La vida, bien vivida, deja cicatrices. A todos nos ha pasado, nos han engañado, mentido, ilusionado… ya sean otros o nosotros mismos, la decepción llega, el dolor es inevitable.
Dicen que tenemos traumas desde el primer momento de vida, cuando de un golpe nos hacen llorar para respirar. Y creo que es la mejor representación de la vida… un buen golpe para respirar, para vivir.
Lo que yo llamo el fenómeno del trauma es el cambio que vive cada uno después de ese dolor, de esa experiencia, del golpe; y en especial las decisiones que uno toma después, no se vuelve a ser el mismo. Pero si se decide quien ser, toma conciencia de las decisiones que lo llevaron a experimentar dolor, decide ser más o mejor… en sus términos. Decide que quiere revivir y que no, que lo hace feliz y que no… el espejo puede volverse tu mayor aliado o tu peor enemigo. El reflejo es irreconocible.
Trauma es una palabra fuerte, grande e intimidante. Pero ¿Cómo más llamas a algo que te haya transformado tanto? Porque no cambiamos de todo lo bueno que nos pasa, pero sí de todo lo malo. La letra entra con sangre dicen, y no solo la letra. ¿Te han engañado, mentido, herido, ilusionado, ignorado, lastimado? ¿Has sentido que no volverías a tener un buen día el resto de tu vida? ¿Qué esa miseria y sensación de estar perdido duraría por siempre? ¿Te has visto al espejo, avergonzado de donde te llevaste a ti mismo? Si, si, si y si y si… si, has vivido. Y ¿has decidido? En que convertirte después, como cambiar o mantenerte el mismo después de todo eso ¿has decidido? ¿O solo corriste y dejaste que el tiempo decida por ti?
Hay cicatrices que da gusto tenerlas, de peleas ganadas, de luchas pérdidas pero guerras victoriosas, o de batallas que queríamos perder… para que alguien más pueda ganar. Cicatrices vergonzosas, invisibles, de historias poderosas.
¿Has dejado que la vida te cambie? ¿Le has seguido la corriente? Remado contra ella, o dejado que un navegante más experimentado tome tus decisiones, has tenido miedo del vacío del agua infinita, de las lunas pasadas sin significado y de la aplastante realidad de tu verdadero rol en el mundo… ¿has amado? ¿A ti mismo? ¿A otros? Has dudado que sea amor, el uno y el otro… y es que todos hablan de él pero nadie sabe explicar bien que es.
¿Te has traumado? ¿O te da demasiado miedo? Recibir ese golpe y… respirar… vivir.
